Hablemos con José Rafael Cordero Sánchez: Pop Electrónico con Mensaje de Resistencia.
- ¿Qué te llevó a fusionar el pop electrónico con letras de crítica social hacia el gobierno de Venezuela?
Entendí que la música es una herramienta poderosa no solo para entretener, sino también para comunicar realidades profundas. El pop electrónico tiene una energía vibrante que conecta fácilmente con la gente, pero yo quería usar esa conexión para algo más que solo hacer bailar. Decidí fusionarlo con letras de crítica social porque sentía la necesidad de hablar sobre la situación de Venezuela: la injusticia, la corrupción, el sufrimiento de la gente común. Era una forma de convertir el ritmo en un grito de protesta, de transformar cada beat en un recordatorio de que no podemos quedarnos callados frente al dolor de mi país.
2. ¿Muchos asocian la música electrónica con temas ligeros o de fiesta. ¿Cómo logras darle un tono de protesta y reflexión dentro de este género?
Es cierto que la música electrónica suele relacionarse con ambientes de fiesta y evasión, pero para mí, esa energía tiene un potencial inmenso para transmitir mensajes serios. Lo que hago es trabajar mucho en las letras, asegurándome de que sean directas, emotivas y honestas. Además, juego con los sonidos: mezclo bases electrónicas intensas con momentos más oscuros o melancólicos que reflejan la angustia y la resistencia. De esa manera, aunque el ritmo sea movido, las palabras golpean, invitan a pensar, a sentir la protesta dentro del cuerpo
3. Tus canciones abordan temas como la crisis económica, la censura y la migración forzada. ¿Qué importancia le das al mensaje en tus letras frente al ritmo pegajoso del pop electrónico?
Para mí, el mensaje siempre es lo más importante. El ritmo pegajoso del pop electrónico es una herramienta para atraer, para hacer que la gente escuche y se quede, pero lo esencial está en lo que cuento en las letras. Cada palabra que escribo busca reflejar realidades que muchas veces se quieren ocultar: la crisis, la censura, la tristeza de quien se ve obligado a dejar su tierra. Quiero que mis canciones no solo se disfruten, sino que también inviten a pensar, a no olvidar lo que estamos viviendo.
4.¿Sientes que el sonido vibrante de la música electrónica ayuda a amplificar el dolor o la esperanza que transmiten tus letras?
Definitivamente sí. La música electrónica tiene una fuerza emocional impresionante: puede hacerte sentir euforia, nostalgia o resistencia, todo en cuestión de segundos. En mi caso, uso esa vibración para amplificar tanto el dolor como la esperanza que contienen mis letras. Quiero que quien escuche sienta el golpe de la realidad, pero también una chispa de fe, de que podemos cambiar las cosas. La energía del sonido refuerza el mensaje: no es solo lo que dices, sino cómo lo haces sentir.”
5.¿Cuál de tus canciones consideras que representa de manera más directa una denuncia contra las políticas del gobierno venezolano, y por qué?
Creo que como ‘Crisisdosis’, Muerto en vida y otras canciones que muy pronto estarán lanzadas hablan sobre la política de Venezuela todos esos temas representa de forma más directa esa denuncia. Habla de manera cruda sobre el colapso de los servicios básicos, la desesperanza económica y el abandono del pueblo. Cada verso es un reflejo del daño que las políticas del régimen de Maduro han causado a generaciones enteras. No son canciónes adornada ni disimulada; es un grito de cansancio y rebeldía, encapsulado en una melodía electrónica que busca ser tan urgente como la situación que vivimos.”
- ¿Te has sentido censurado o limitado en algún momento por expresar tu opinión política a través de tu música?
“Sí, en varios momentos he sentido esa presión, especialmente cuando todavía vivía en Venezuela. Hay un miedo constante a las represalias, a ser silenciado, a que tu arte sea bloqueado o perseguido. Aunque ahora estoy fuera del país, esa sombra de censura sigue presente de alguna forma. Sin embargo, más que limitarme, me ha impulsado a ser más claro y valiente en mis letras. La música es mi forma de resistir, de decir lo que muchos sienten, pero no pueden expresar libremente.”
7. A nivel de producción, ¿Qué elementos electrónicos usas intencionalmente para reflejar la situación de crisis o resistencia en Venezuela?
En la producción busco crear atmósferas que transmitan verdades y también resiliencia. Utilizo sintetizadores oscuros, distorsiones controladas, beats quebrados y sonidos ambientales que evocan sirenas, apagones o espacios vacíos. A veces dejo silencios abruptos o cambios bruscos de ritmo, para representar la inestabilidad que se vive en Venezuela. Cada efecto sonoro no está ahí solo por estética, sino para contar una historia de lucha, dolor y esperanza
8.¿Cómo crees que tu música puede inspirar a otros jóvenes venezolanos a resistir, soñar o exigir cambios?
Espero que mi música sirva como un espejo y un impulso. Quiero que los jóvenes venezolanos se vean reflejados en las historias que cuento y sientan que no están solos en su dolor ni en sus sueños. A través de mis canciones, busco recordarles que resistir también puede ser un acto creativo, que levantar la voz, soñar y exigir un futuro mejor es parte de nuestra identidad. La música tiene el poder de unirnos y de encender esa chispa que a veces la realidad intenta apagar
9.¿Qué diferencias ves entre componer música pop electrónica para bailar y componer para despertar conciencia social?
La diferencia principal está en la intención. Cuando compones solo para bailar, buscas que la melodía y el ritmo sean el centro, que la gente se deje llevar sin pensar demasiado. Pero cuando compones para despertar conciencia social, cada palabra, cada sonido tiene un propósito más profundo. No basta con que la canción sea pegajosa; tiene que provocar algo en quien la escucha: reflexión, incomodidad, esperanza. En mi caso, trato de combinar ambos mundos: hacer que el cuerpo se mueva, pero que el corazón y la mente también se activen.
1. Finalmente, ¿Cuál es tu visión de un futuro ideal para Venezuela y cómo planeas seguir abordándolo a través de tu música?
Mi visión de un futuro ideal para Venezuela es un país libre, justo y lleno de oportunidades para todos, donde no tengamos que emigrar para buscar dignidad ni temer por expresar nuestras ideas. Sueño con una Venezuela donde el talento, el esfuerzo y la esperanza sean la base del crecimiento, no la corrupción ni el miedo. A través de mi música seguiré contando nuestra historia, denunciando lo que está mal y celebrando lo que nos hace fuertes. Mientras exista injusticia, seguiré escribiendo; y cuando llegue la libertad, cantaré para reconstruir y sanar.”